Tumblr Mouse Cursors

martes, 4 de diciembre de 2012

Puede ser, quizás, ojalá.

Me enveneno con mentiras que a veces son verdades y el problema aparece cuando no sé si en realidad son verdades disfrazadas de mentiras o unas mentiras que intentamos tapar con verdades a medias. No lo sé. Y a veces intentando buscar respuestas, encuentro más preguntas, que más pesan, que menos llenan, pero ahí están. Palabras disfrazadas de buenas formas, actos que se quedan a medias y ¿Qué más queda? Tampoco lo sé.

¿Querría saberlo?
Tic tac tic tac.
...

Cuanto más abstracto es lo que me imagino más vacía me siento y cuanto más me pierdo por estos pensamientos más ansío encontrarme a la ligera sin importarme las consecuencias y lo único que sé es que eso no debería ser así. Pero lo hago. MAL, MAL, MAL. Maldita niña estúpida. Me escondo perdida en una sonrisa permanente y en un "Todo está bien" intentando encontrarme sin hacer nada, una vez más. ¿Qué piensas hacer a parte de permanecer en el mismo lugar una y otra vez? Agonizar como siempre pensando que no lo has conseguido pero sin mover ni un solo dedo para salir ahí fuera y demostrarte que puedes alcanzarlo, sea lo que sea, cueste lo que cueste. Soy cociente de que siempre mi mayor impedimento he sido yo misma. Y no tú. Ni tú, ni tú. 
¿Autoexigencia no, autojoderse si?
Ojalá encontrase mi botón RESET para olvidar (o evitar) cierta información maquiavelista [Maquiavelismo   Modo de proceder que se caracteriza por la astucia, hipocresía y engaño para conseguir lo que se desea] , ojalá no fuera tan vulnerable a mí misma y a esta sensación de ahogo de mis propias manos, de mis exigencias, de ti, de tus palabras y de mí suicida idea de querer siempre estar a la altura. No debería sentirme tan indefensa cuando algo ahí fuera anda mal y mi cabeza, aquí dentro, siempre lo acaba volviendo aún más desastre. Desastrar lo que ya es desastre. 
Lo que más pena me da es haber llegado yo sola a la conclusión de que la verdad no es absoluta, es totalmente relativa a quien la suelta por su boca y a quien la cree. Y esta falta de sinceridad y ante todo, naturalidad, es lo que más me repugna de hoy. Conclusiones que yo sola y mi cabecita en días grises como estos, son capaces de encontrar ellas solitas. Lo peor es que no es solo eso, siempre hay más, mucho más.

¿Hasta donde estarías dispuesto a llegar por mí? Vértigo.