Cuando la ausencia de palabras es una virtud es que algo grande se puede crear y a ellos siempre se les dio mejor hablar con el cuerpo que con los labios y eso a veces fue lo único que les mantuvo unidos.
Tenía claro que él era el hombre por el que merecía perder la cabeza unas cuantas veces más, tenía claro que sus defectos lo hacían grande y que había dejado de quererle fuerte para intentar hacerlo mejor.
Avanzar a veces no es una opción, es una obligación, y yo decido avanzar a tu lado.