Existe un rincón en el mundo que a pesar de no ser mio para mí siempre será mi hogar, más que nada porque para mí el significado de hogar no es más que aquel sitio en el que pase lo que pase allá fuera dentro todo estará en orden, todo estará en calma y te sentirás más que vivo, te sentirás ante todo libre.
Es ese lugar que invade tus sueños una y otra vez, que nunca olvidas, que recorres con tu imaginación de rincón a rincón y aunque pasen décadas seguirás siendo capaz de recordarlo con cada detalle.
Es allí donde te cura todo aquello que te produce la monotonía, la rutina, las personas, el ruido y el agobio. Es tu balón de oxígeno cuando las personas se te quedan pequeñas a nivel emocional, es tu hogar, tu felicidad medida en metros.
Yo encontré este lugar cuando era muy pequeña y si hay algo de lo que me arrepienta es de no tener suficientes fotos aunque mi memoria esté intacta y recuerde hasta su olor.
Es donde crecí, donde aprendí a montar en bici, donde recorrí lo que para mí era el mundo en brazos de mi abuelo, donde aprendí a aguantar la respiración bajo el agua y donde aprendí que no era bueno cambiarse de ropa cuatro veces al día. Donde las lentejas eran mi plato de comida favorito (Sí, lentejas, ya podéis matarme) y mis mejores amigos unos cuantos gatos que se refugiaban bajo la leña.
Aquel suelo frío lleno de azul, gris, blanco y negro fue testigo de todo lo que fui, de un millón de sonrisas y de ni una sola lágrima y por eso y mil motivos más para mí siempre será el lugar perfecto, mi hogar. Aquel lugar que cada vez que recuerdo mis ojos se inundan.
Hace más de diez años que no piso aquel suelo, más de diez años que no consigo desconectar de absolutamente todo, creo que me voy mereciendo un pequeño descanso aunque tenga que ir un poco en contra de la ley... Tampoco es tan grave el allanamiento de morada... ¿No?
miércoles, 27 de marzo de 2013
lunes, 25 de marzo de 2013
¿Razones? Lo siento, no sé de qué me hablas.
Amor, créeme, si hay algo que me gusta de ti es cuando menos hablas. Cuando estás desnudo por dentro y por fuera y tus silencios solo se rompen cuando gimes o me dedicas un tan tuyo "hija de puta" cuando me paso clavando mis uñas más dentro de ti aún, no solo en tu espalda sino también allí donde no dejas que nadie te toque, dentro, tan dentro que noto como late.
Cuando te calo dentro gota a gota y me adhiero a tu piel como un imán y te rompes conmigo sin más y cuando nuestros cuerpos sin quererlo se convierten en poesía y acabamos encontrando la manera exacta de encajar como dos piezas que se equivocan y acaban en cualquier otra boca mientras no sea la suya.
Oh no, quizá si, deberías escucharme un poco más.
Créeme, si hay algo que me vuelva loca son las yemas de tus manos recorriendo mis tobillos y surcando por mis caderas, buscando el lugar exacto donde desembocar. Cuando solo somos bocas.
Cuando te muerdes los labios y las ganas y a mí lo único que se me ocurre es girar la cara y morderme más fuerte.
Quemas.
Y esto siempre surge igual, empieza con un NO infinito y acaba con mis brazos amarrados a ti y mi boca perdida en tu cuello, atendiendo a la única razón que se nos dio siempre bien: piel.
Cuando te calo dentro gota a gota y me adhiero a tu piel como un imán y te rompes conmigo sin más y cuando nuestros cuerpos sin quererlo se convierten en poesía y acabamos encontrando la manera exacta de encajar como dos piezas que se equivocan y acaban en cualquier otra boca mientras no sea la suya.
Oh no, quizá si, deberías escucharme un poco más.
Créeme, si hay algo que me vuelva loca son las yemas de tus manos recorriendo mis tobillos y surcando por mis caderas, buscando el lugar exacto donde desembocar. Cuando solo somos bocas.
Cuando te muerdes los labios y las ganas y a mí lo único que se me ocurre es girar la cara y morderme más fuerte.
Quemas.
Y esto siempre surge igual, empieza con un NO infinito y acaba con mis brazos amarrados a ti y mi boca perdida en tu cuello, atendiendo a la única razón que se nos dio siempre bien: piel.
'Y le sobra el valor que le falta a mis noches'
viernes, 22 de marzo de 2013
Calla tu cerebro, abre tus piernas.
¡Cuidado con lo que deseas! Porque esto siempre puede revolverse y darte en la cara cuando menos te lo esperas, en el fondo la realidad siempre estará acechando para atacar cuando tienes la guardia baja.
Yo un día me replantee que sería mi vida sino bajara la guardia de vez en cuando... Siempre pendiente de qué y por qué.
¡Ay no, que estrés!
A veces me gusta la idea de sentirme más fuerte que el resto aunque dentro de mí cada hueso que me compone sepa que con cuatro palabras me puedo quebrar en mil pedazos. Frágil y fácil: te echo de menos.
Quizá y sólo quizá deberíamos medir un poco más cada una de las palabras que soltamos por la boca, sobre todo aquellas que se mezclan con un poco de bilis y acaban disparando ideas sobre sentimientos de los cuales no tenemos ni idea.
Él se levantó un día con ganas de ver mi cara más inocente y acabó diciéndome eso de 'Pero tú eres especial', haciéndome bajar la guardia como cuando me tuvo delante, incapaz de hacer que me crea a mí misma que sólo fue un dulce error. Me rompes a 130 km/h,exactamente igual que cuando eras incapaz de quitar tu mano de mi pierna izquierda.
Cuidado con lo que sueñas y con lo que crees que el tiempo te pondrá delante, porque jamás sucederá nada si tú mismo no barajas bien tus cartas. Creer que las cosas vienen solas es de débiles y yo hace demasiado tiempo que me creo fuerte. Hay trenes que se dedican a pasar sólo un par de veces por delante de tus narices y de repente un día se cansan y avanzan aunque sea lentamente, aunque sea a un paso tan suave que a penas seas capaz de darte cuenta. Porque las personas no tenemos horarios, porque no somos un tren de cercanías ni cargamos personas simplemente porque sí.
Y como tú ya no me entiendes y lo que yo deseo es tan efímero como cada uno de mis caprichos, prefiero llenar todos los silencios vacíos que me acompañan de notas musicales que maquillan todo lo que yo no me atreveré a decir ni cuando mis niveles de vodka sean mayores que los de sangre... Que por mucho que yo te ladre tú no me vas a morder el alma.
Que se repita una y otra vez la misma melodía dentro de mí y dentro de mi habitación, dentro de esta cama fría y con hambre de tus suspiros, una y otra y esperando que algún día le des al play y acabes escuchando mi voz en esa letra, dentro de ti, acompasada con cada uno de mis gemidos y tus manos en mis caderas, buscando las respuestas que cada uno oculta en las plantas frías de sus pies, pisándolas y caminando mientras las va arrastrando.
'Busco en la basura un rastro de tu tiempo
que me hayas dejado sin llevarte lejos.'
domingo, 17 de marzo de 2013
Photo post.
¿Una imagen vale más que mil palabras? Vosotros diréis... Yo me quedo con unas cuantas letras aunque es divertido eso de intentar decir algo de lo que soy o algo que me define sólo por unas cuantas imágenes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)