Tumblr Mouse Cursors

martes, 18 de marzo de 2014

No(no)ches.

Duermo todas las noches abrazada a un saco de aire frío que me sabe a soledad. Solo cuando tú no estás. Aunque ya nunca duermo sola.
Creo que estas noches son mucho más oscuras cuando tú no me abrazas heroicamente y me acurrucas en tu hombro. Y eso que siempre me dio miedo la oscuridad.
Desde que encontré mi hueco perfecto entre tu brazo izquierdo ya no hay otro que se le asemeje.
Ni camas de hotel de 2 metros que estén a la altura de tu cama de 0.90.
Que no son sueños sino te clavas en mis esquinas, sino me pierdo en tu cornisa, sino retuerces mis entrañas de solo un bocado haciéndome temblar con 40 grados al sol.
Porque a tu lado siempre huele a verano.
Es probable que exista algo mejor que perder mis manos en tu pelo, morderte el hombro, ahogar mis gritos, hundirte en mi cuello y caer al vacío contigo.
Quizás haya algo mejor que llorar de felicidad tras un orgasmo.
Pero yo lo seguiré dudando mientras me demuestres lo contrario.
Y si es verdad eso que dicen de que el tamaño no importa que vengan y me expliquen por qué esta cama es tan enorme cuando tú no estás en ella.
O yo en la tuya.

lunes, 17 de febrero de 2014

Por un sí que siempre fue un no.

Y por todas esas relaciones que siempre fueron un poco así, por ellas, por mí, por mañana:

Mientras sacudas y sigan cayendo de tus aún inestables pedazos,
mientras sigas respirando bocanadas de recuerdos que te queman,
si  aún das dos pasos hacia el frente y uno hacia atrás,
si llueve pero no es tu cara la que se moja,
si aún te pintas los labios rojos con la esperanza de que otros labios no sean sino son los suyos...
quizás no es el momento, mientras dejas de ser:
Será que aún no es lo suficientemente cobarde para dejar que te rompas. Y te vallas.
Y mucho menos valiente para dejar que te repongas.
Por tus sí, por mis no, por mis dudas y tus aciertos.
Tus lagunas, mis olvidos, tus mentiras y mis piernas formando parte de tu cintura.
Por mi locura, tu ventaja, mi no saber estar, tú conmigo, yo sin ti.
Yo sin mí.
Por recordar, por olvidar, recordar olvidando.
Porque ¿me qué? Tú no quieres.
Yo no quiero creer.
Porque no te lo mereces, joder.
Por ahora si y ahora creo que no.
Porque tú no te arriesgas, porque a mí no me interesa.
Porque no puedo, porque no quiero, porque me apetece, porque olvídame.
Porque ya es tarde, ya da igual, no duele, ya nada. Adiós.
Y ahora alguien como tú, pero muy diferente.
Nada como tú. Nada.
Y ahora sí, ahora quiero, todo llega y todo se va.
Olvido, olvido y olvido y después lo mismo: nada. No es infinito. Todo cura.
Pero todo esto es suficiente para arrancarte de esa parte, recordar que siempre fue mía antes de que llegaras y volverla a entregar.

Quien lo rompe lo paga. Y ellos aún en busca y captura.
Nadie es lo suficientemente cerdo como para verte caer.




miércoles, 22 de enero de 2014

Hoy por ser hoy.

No puedo, no puedo evitarlo.-
No quiero evitarlo.
Quizás mi problema siempre fue el orgullo acumulado, el no querer creer que en alguna parte de todo aquello yo le conseguí transmitir alguna vez todo aquello que quería/necesitaba transmitir.
Y llega un momento en el que ya no sé si lloro de felicidad, melancolía o simplemente tristeza.

¿Sabes? Soy un desastre y tú eso lo sabes muy bien.
No es que a veces me gustase que te creyeses que no te echo de menos pero si que quería aparentar que seguir adelante sin ti ya no era tan difícil. Error. Tardé algo así como tres años en aceptar que te habías ido y me acabé conformando con ridículas visitas esporádicas que, en parte, me han hecho ser como soy, y que en otra parte, me llenaban de vida.
No elegimos las personas que nos marcan, no lo elegimos y a veces tampoco lo aceptamos. 
Me han dicho así como unas mil doscientas veces que sobrevaloro con demasiada facilidad a las personas y yo pienso... qué hago si mis debilidades están demasiado a la vista y no me preocupo ni me esfuerzo por ocultarlo.
Casi cualquier persona que haya compartido conmigo cinco minutos de conversación sobre ella podría corroborar esto. Creo que lo sabe tanta gente que se me olvidó decírselo claramente a ella. Pero lo mio no ha sido nunca el decir "Te quiero", "Te necesito" o "Te echo de menos" sino es estrictamente necesario. Y mi pregunta es ¿Y si ese caso si era estrictamente necesario?
También se me da mal ser asertiva cuando se trata de debilidades, prefiero contener la rabia y decir NO LO ENTIENDO y mantener la boquita callada, creyendo esa estupidez de que quizás ella a veces también piensa lo mismo y tampoco entiende mi ridícula actitud. Y prefiero creer que una parte de ella me echa de menos.

Ahora y durante media hora más es un día especial y lo ha sido durante 23 horas atrás. 
Para mí han sido ya 8 (entrando en 9) años especiales. 
Nunca he reído de manera tan infantil y sincera, llorado con tanta desesperación ni he mandado a callar tantas veces a nadie como a ella. Y supongo que tampoco he querido a nadie de manera tan bipolar.
Me ha hecho sonreír y llorar A LA VEZ de felicidad y tristeza con solo palabras escritas.
Me han hecho sentir afortunada por tener las dos mejores amigas del mundo, el mejor pack de 3 de la historia, muy por encima del pack de tomate frito marca hacendado (Mercadoooona, mercadona).

Y es que yo aún la recuerdo así hoy a sus 22 años. Ruidosa, espontánea, natural, alegre y feliz.
La recuerdo también ausente, la recuerdo en todos esos momentos que sin darme cuenta echaba en falta que ella estuviese. La recuerdo en un pueblo (pero pueblo, PUEBLO de estos de señoronas de PUEBLO) rodeada de montes y cabras pero arrastrando el mote de "LA PIJA" en segundo de la ESO. 
La recuerdo a ella con su cara de dormida y mala leche todas las mañanas, con dos coletas, un chándal azul y unas ojeras demasiado marcadas. Con una habitación en buhardilla, con mi sonrisa volviendo a casa estando tan sólo a tres minutos de reloj la una de la otra. Con nuestras primeras fiestas, primeras salidas de tres. La recuerdo leyendo a todas horas, tirada en mi cama, llenándome la habitación de ropa por todas partes, maleta y demás y recuerdo charlas de horas y horas antes de dormir.

Las recuerdo a ellas bailando una canción en mi habitación, saliendo del armario, desfasadas, mientras a mí se me caía la baba e intentaba grabar con algo de pulso aquello que ahora no olvido.

Feliz cumpleaños L.


domingo, 29 de diciembre de 2013

Bye bye 2013 ~

Este año me adelanto un poco más de la cuenta pero retomo viejas costumbres, me es imposible no despedir el año poniéndome un poco moñas, recordando y haciendo una lista de imprescindibles para el año que viene.

Tengo que confesar que aunque no soy creyente, ni católica, ni cristiana ni nada parecido... ¡Me encanta la navidad! No relaciono esta época del año con nada que esté relacionado con ningún tipo de religión. Me encanta el frío, que la gente esté aparentemente más contenta, las reuniones familiares, los detalles con las personas que te importan, las fiestas, las comilonas, los bombones, que sea la excusa perfecta para beber champagne y lambrusco, que decir moñadas no esté tan mal visto, las luces, el vino, la ilusión, los decorados... Joder, todo, me encanta. Soy la típica persona que no entiende a la gente que dice que odia la navidad cuando para mí sin duda es una de las mejores épocas del año.
Pero a la vez que me gusta tanto me pongo más sensiblona de la cuenta, te da por recordar a esa gente que ya no está contigo y te gustaría que estuviese, el año se va acabando y haces balanza de todo lo que has vivido, has ganado y has perdido en estos días y a mí me encanta recordarlo.

No puedo evitar recordar como despedí el 2012 (http://antatisis.blogspot.com.es/2012/12/bye-2012.html) llena de dudas, miedo y confusión. Obviando ciertas partes de esa entrada (jé) todo era un caos en mi vida en Diciembre de 2012 y Enero de 2013, la entrada a ese año no pudo ser mas... ¿Rara? Supongo que todo cambió de manera tan brusca que a una parte de mí no le dio tiempo a poder digerirlo todo en ese momento pero... a día de hoy sé que tenía que ser así porque algo mejor me estaba esperando ese año.

El 2013 ha sido un año lleno de altibajos, a veces más bajos que altos, lleno de idas y venidas, de emociones, aventuras y muchas, muchas meteduras de pata (y también lleno de grandes lecciones).
He perdido a más personas de las que he ganado pero sin duda he ganado en calidad, algo que siempre he valorado mucho más que la cantidad (EVER).
Si tengo que definir estos 365 días con dos palabras son: decepción e ilusión. Me han decepcionado más que en cualquier momento de mi vida, no una persona, sino varias. Personas que creí que siempre estarían ahí en mayor o menor medida ya no quiero ni que asomen la cabeza, amigos que consideré más especiales de la cuenta a día de hoy me han demostrado que son un poco basura.
Personas a las que se le llenó la boca diciendo que era especial, que me querían y que siempre iban a estar ahí hoy su lugar está más cerca de la mierda y se han coronado como el culmen del cinismo.
Esta clase de personas son las que nos merecemos tener lejos, son las que por su propias patitas se van a tomar por saco. Esto también es algo bueno que me he llevado en este año, que en ningún momento me ha temblado la mano para decir adiós cuando he tenido que hacerlo.
Con otras personas no ha sido tan fácil decir adiós, otras despedidas no son tan agradables aunque te gustaría que lo fuesen. Hay personas que aunque ya no están porque no deben estar siempre les quedará alguna parte bonita de ti, aunque sea embotellada en recuerdos. Siempre.
Luego están esas personas que SIEMPRE están de verdad, esos amigos incondicionales, esas hermanas, familia y personas que sabes que no te van a faltar tampoco en 2014. Personas que te llenan de alegría, de optimismo y de felicidad. Esas personas que me han apoyado todo y más en este año y que no quiero que me falten nunca, siempre sois los mismos aunque este año con un añadido extra enorme: Gracias Bitches.

Y es que el 2013 me ha dado de los mejores momentos que voy a recordar... Esos viajes, charlas, confesiones, fiestas, besos, despedidas, reconciliaciones y tantos momentos que no cambiaría por nada.
Ha sido un año COMPLETO, sin lugar a dudas, no le ha faltado de nada, ni malos ni buenos momentos. No me ha dado tiempo para aburrirme.

Lo mejor y sobre todo lo más inesperado y dulce del año viene de la mano del mes de Abril, otro de mis meses favoritos del año junto con Diciembre. Lo primero que pensé es... ¿Qué hace una persona como tú en un lugar como este? No tenía mucho sentido pero creo que también tenía todo el sentido del mundo porque entre él y yo nada ha sido convencional. Creo que no tuve elección con él, no me dio tiempo a decidir si era lo que quería o no porque ya sin darme cuenta me había enganchado a su manera de hacerme sonreír desde el primer momento justo cuando más lo necesitaba. Fue mi salida de emergencia perfecta y llegó justo cuando debía llegar a pesar de todo el caos de mi cabeza. Aguantó mis indecisiones y mis miedos como nadie e hizo con ellas lo que le dio la gana. Me has hecho una moñas de cuidao', haces que necesitarte sea más fácil de la cuenta y que echarte de menos sea una putada, me has hecho creer en imposibles que ahora son posibles, me haces feliz y has sido mi mayor regalo del 2013. Ya han pasado casi 10 meses desde que te tengo en mi vida y no quiero no volver a tenerte en ella... Gracias Andrés, por tu paciencia, tu saber estar, por tratarme así sólo como tú sabes hacerlo y por darme tanto amor. Te quiero.

Y es que en eso se ha basado mi 2013, en querer cada día un poco más a las personas que se lo merecen, en aprender a decir no y saber cuando decir sí. He cometido muchos errores pero ninguno ha sido en vano, todos me han servido para algo, todos llevan una lección detrás.
Si de algo estoy orgullosa de este 2013 es que por primera vez en mucho tiempo he hecho lo que me ha dado la gana de verdad, sin esperar nada a cambio y eso ha hecho que sin lugar a dudas el 2013 ha sido uno de los mejores años de mi vida, con diferencia.