Tumblr Mouse Cursors

sábado, 13 de octubre de 2012

Reconstructed dreams.

Los sueños que se cumplen son aquellos que se convierten en obsesiones controladas, en impulsos que somos capaces de conseguir sin que importen demasiado las consecuencias. Son esa parcela de nuestra realidad que no nos atrevemos a mostrar al resto, es ese deseo latente, esa pasión en blanco y negro que no es fácil de reconocer. Es aquello que siempre está ahí y vemos tan lejano hasta que un día, sin previo aviso, no te importa el precio que haya que pagar para conseguirlo, eres capaz hasta de venderte a ti mismo si eso implica tan solo rozarlo con la punta de los dedos.
Y esto ocurre porque ante todo somos humanos, débiles, vulnerables y nos hacen más daño los recuerdos y las palabras que el daño físico, eso es así. Somos capaces de mostrar una sonrisa de un diámetro exageradamente forzado y hacer que el resto se lo crea, hacer daño con tan solo decir NO y romper los sueños de los demás sin mencionarlos ni conocerlos.
Lo que más me asusta es esa parte de mí que es tan fácil de borrar pero que a su vez es precisamente lo que más me fuerza a mantener los pies en el suelo cuando yo sólo pretendo volar, al igual que a cada uno de vosotros.
 Frágiles, al igual que mis sueños.
Fuertes, al igual que mis ganas.

INSPIRATION Wood

Si existe algo que me guste, me inspire y me dé tranquilidad en un hogar es la madera. Su olor, color, calidez...
Doy por sentado que en mi proyecto de futura casa no faltaran los detalles, suelos e incluso paredes de madera. Me parece algo tan rústico, elegante, moderno y cómodo a la vez que creo que es algo indispensable para mí. La cosa es que ese proyecto de casa aún queda un poco lejano, para colmo el último capricho que se me ha metido entre ceja y ceja (y yo suelo obtener mis caprichos que es lo más preocupante) es tener el suelo de mi habitación de parquet exclusivamente.






















miércoles, 3 de octubre de 2012

Camina, avanza y vuela.

Pero no vueles demasiado sin estar seguro de cual es tu destino, ya no tanto el rumbo que tomes sino tu propia llegada, por mucho que subas recuerda que la bajada también es importante pero mientras tanto... Camina, avanza y vuela.

Voces desde dentro.

¿Y esto es lo que quieres? 
Pues no lo sé y como no lo sepas tú, ¿Cómo voy a saber yo que es lo que quieres? Y digo yo...
¿No es mejor que lo pienses tú a que tenga que pensar yo que es lo que tú quieres? Porque yo simplemente me limito a latir, eso de sentir también es cosa tuya por mucho que la literatura se empeñe en divulgar lo contrario. Aunque claro, al fin y al cabo, tú eres yo y yo soy tú y tú eres tú porque yo te bombeo sangre desde aquí... ¿Qué serías tú sin mí? NADA, por lo que acabo de ser cociente de que yo tampoco tengo ni idea de si es esto lo que quiero o si por el contrario es lo que precisamente dejo de querer, lo único que tengo claro es que o decidimos que es lo que queremos o acabaré dejando de latir, tú decides neuronitas. Y sí, es una amenaza.
[Lo mejor para evitar desilusiones es ser una persona realista sin perder jamás el optimismo que debería definirte.]

Esta es ahora mismo la lucha interior que tengo conmigo misma y me está costando, las dicotomías sentimentales nunca han sido mi fuerte. Pero aquí estoy, debatiendo conmigo misma si es necesario reprocharse a una misma de esta manera, aunque hace tiempo leí (Y si no es así me lo invento como lo estoy haciendo ahora mismo, pero ojo, si dices que leíste algo en no sabes donde automáticamente coge más argumento y consistencia, comprobado) que una buena mujer (O un bonito proyecto) se pierde a sí misma mínimo unas tres veces al mes, y esto no es por gusto, no, no. Nos perdemos para encontrarnos con fuerza o eso es lo que dice la teoría, pero de la teoría a la práctica hay algo bastante importante: El hacerlo.

Y esto es así porque mi día hoy empezó con la reserva de mimos bajo mínimos e inocente de mí, pensé que llenar el deposito sería mucho más fácil de lo que al fin y al cabo ha sido (para otros más barato) Igualmente, siempre he sido una niña, adolescente, proyecto (y ahí me quedé), mujer... de rayadas monumentales, algunos vieron eso en mí como el mayor de los encantos y otros en cambio, el mayor de los lastres pero lo importante... ¿Cómo lo veo yo? En fin, que más da eso ahora.
La cosa es que mi reserva sigue igual (O peor) y mi dicotomía sentimental ya se me ha olvidado por completo. Ese es otro de mis encantos. Soy de rayadas monumentales Y fugaces.



Por muchos pulpos que tengas en tu cabeza no te sientas menos humano por sentirte incomprendido en algún momento puntual, un día, diez minutos de tu vida, dos semanas o diez años. Al fin y al cabo acabarás encontrándote a ti mismo si sigues buscando, sin olvidar que lo que no encontramos (o perdemos) muchas veces se encuentra delante de nuestras mismísimas narices. Y tú... ¿Te has buscado ya?