Tumblr Mouse Cursors

jueves, 6 de agosto de 2015

Y todo eso que nunca te he dicho.

Me gusta tu sonrisa torcida
Tus manos traviesas
Tus dientes afilados 
Tus ojos entreabiertos
La naturalidad que desprenden tus silencios
Lo adictivos que son tus alientos
Tu rodilla hacia atrás
Tu ingenuidad al mirarme y reír 
La vida de tu espalda
Los miedos de tus cicatrices 
La infinitud de tus abrazos 
Las estrellas de tu coche
Y que me pidas que te cante a viva voz
Tus rugidos en mi oído 
Tu cara de que no es suficiente 
Tu adición a mis caderas
Tus brazos cuando aprietan 
Tus manos cuando mandan 
Tu boca cuando muerde
Y tus ganas de que te pida esa tregua que nunca me das.



lunes, 29 de junio de 2015

"Te quiero pero."

Jugar rozando la perfección pasó factura a mis manos mullidas,
que no cansadas de tocarte, si proclamaron un alto al fuego,
y que le pregunten a las cicatrices de tu espalda
si alguna vez fue verdad que las mejores guerras las aplacábamos en tu cama.
Quizás ellas puedan decir de nosotros mucho más que tu mirada triste.

Busqué respuestas hasta debajo de las huellas de tus manos en mi cama deshecha,
y sólo encontré un montón de indiferencia amontonada con tu pijama revuelto
y un cúmulo de malas decisiones que me llevaron a gemir bajito a tu oído para que no te fueras,
y allí, a la derecha de mi olvido,
solo pude observar como triste y vacío no te quedaban más opciones que abandonar,
quizás la solución a tu trepidante huida
no era más que cortar esa melena que cada noche te esforzabas en enredar.



miércoles, 17 de junio de 2015

Noches.

Y no fue fácil pero fue nuestro y eso fue suficiente para sacarte de mi cama un segundo y darme cuenta de que solo volveríamos a ser cada vez que recordásemos que aunque no fue posible, alguna vez fue real fuera de estas cuatro esquinas.

martes, 26 de mayo de 2015

Bye, loser.

Sé que aprendiste a escribir versos cuando empezaste a sumar inviernos.

-Dorian.

Aquel invierno fue el invierno más triste de todos los inviernos que sintieron mis huesos,
aquellos diciembres, llenos de mochilas cargadas de miedos, fueron la excusa perfecta para perderme en los ojos que siempre había ignorado -los míos-.
Supongo que creí que una vez a la semana era suficiente para acabar creyéndome un mar de mentirás, y no era más que eso, un mar de por medio. Era tan salada que algo tan dulce jamás hubiese salido bien, algo así nunca pudo ser real porque, lejos de lo metafísico, lo único que mantuvo en pie tantas dudas fueron palabras ordenadas con premeditada consideración que, no siendo fiel a la realidad, dos cuerpos vacíos necesitaban creer y crear.
Fuimos eternos mientras creímos en algo que nunca nos importó no cuidar.
Fuimos un saco de podredumbre que tú llamabas amor y yo solo lo hacía.
Y de verdad que creí que todo eso era suficiente y me perdí, sin querer, en un bucle de amaneceres en diferentes ciudades que a veces llamé "mi hogar".



Jamás escribirán sobre nosotros nadie que no sea yo.
Nunca serás otra cosa que un recuerdo que yo tergiverso.
Muy probablemente nunca jamás en mi corta existencia vuelva a mirarte de frente.
Con total probabilidad no seremos nada que sea real.
Tus manos nunca más me acariciarán la mejilla mientras me dices que todo irá bien,
nunca besaré las cicatrices de tu espalda,
nunca me perderé en otra estación de tren mientras te busco.
Muy probablemente moriremos y el otro ni siquiera lo sabrá.

Solo serás una maleta cargada de la indiferencia más bonita que mostraré jamás.